En época
de crisis hay que agudizar el ingenio en muchas cosas, entre otras se incluye
el reciclado de ropa usada.
No creo que tengamos que llegar a los zurcidos
y remiendos que tanto ayudaron a nuestras abuelas y madres de aquellos años difíciles
de la posguerra. Pero quien sabe…
Toda
señorita que se precie, tiene que saber coser, nos seguían diciendo años después.
Además de hacer bolillos y bonitos bordados, era
imprescindible aprender a coser remendar o zurcir.
Se les daba la vuelta al cuello de las
camisas, los pantalones se remendaban una y otra vez, se ponían piezas en las
sabanas y se zurcían los calcetines. ¡Si, si! Por entonces no tenían más
remedio que aprovechar muchísimo la ropa.
¡Que nooo!...
Que esos años quedaron muy atrás, además hoy no se cose, no merece la pena. -Diréis
las más jóvenes-. También pienso a veces como vosotras, pero alguna vez me
entra el gusanillo y me entretengo cosiendo alguna cosa para asegurarme de que
no se me ha olvidado hacerlo.
Por eso
mi entrada de hoy va dedicada para quienes sepáis coser y tengáis ganas de
reciclar un pantalón vaquero que nos haya quedado anticuado convirtiéndolo en
una falda vaquera.
La idea la encontré en Internet, la puse en práctica
y el resultado es lo que veis en la foto.