30 de mayo de 2012

EL PUEBLO DE ALARCON


                                

El pueblo de Alarcón se encuentra situado en la provincia de Cuenca, en la región de Castilla la Mancha, casi al límite con la provincia de Valencia.


En esta villa medieval llena de historia y declarada Conjunto Histórico Artístico en el año 1980, lo primero que llama la atención  es su Castillo, también de época medieval.  Este fue propiedad de los Marqueses de Villena, convertido en Parador Nacional desde 1964 y restaurado posteriormente en el 2003.


Con sus trece siglos de historia, se deja ver con toda majestuosidad desde lo lejos. Mucho antes de llegar al pueblo de Alarcón ya impresiona la situación que ocupa encima de un  montículo rocoso lleno de acantilados por donde transcurre el río Jucar hasta llegar al embalse llamado también de Alarcón. A estos acantilados o  barrancos se le llama La Herradura, por ser esta la forma en que el rió va bordeando el pueblo, formando junto con su muralla  una fortaleza difícilmente accesible en aquellos tiempos.


      

 Entrando por la llamada Puerta del Campo, subimos a este precioso pueblo de orígenes  ibéricos, que paso por romanos, visigodos y árabes, siendo en esta ultima etapa musulmana en el siglo VIII cuando se construyo el Castillo, y pasa a la historia con el nombre de Alarcón  que quiere decir (La Fortaleza) seria  entonces cuando  tubo una de sus primeras épocas de esplendor, perteneciendo al califato cordobés y después a la Taifa toledana, hasta que fue conquistada por Alfonso IX en el año 1184.

Alarcón no solo es el Castillo, cuenta además con un valioso  patrimonio, con edificios históricos  de gran valor arquitectónico,  entre otros se encuentran las distintas puertas de la muralla, sus Iglesias, el Ayuntamiento, la casa Villena o la casa Castañeda.
  
Paseando por sus pequeñas calles, o pasando la vista por sus alrededores desde la altura, encontramos que Alarcón esta ubicado en un lugar estratégico rodeado de un entorno silencioso y natural que impresiona. De esta singular manera  podemos transportarnos a la época, hasta llegar a entender como en este lugar y entre sus muros que evocan historia, vivía y se inspiraba el ilustre Infante Don Juan Manuel, uno de los narradores más originales de la época medieval. Aquí fue donde  escribió la mayor parte de su obra literaria. De todas, la más conocida es “El conde Lucanor” Este libro se compone de diversos cuentos o ejemplos de situaciones que se pueden dar en la vida, donde Lucanor pide consejo a  Patronio, su particular consejero, y estos terminan siempre en moraleja.

 Dejo aquí uno de los 51 ejemplos de los que se compone el libro.
Estando un día el conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo que un amigo suyo empezó a echarle piropos de que tenia mucho poder, al poco le propuso una cosa que para él le convenía.
Patronio se dio cuenta de que esa cosa tenia engaño entonces le contó la historia de lo que le paso a una zorra con un cuervo que tenia un pedazo de queso en el pico. El cuervo un día se encontró un trozo de queso y se subió a un árbol, para tomárselo más tranquilo. Entonces la zorra al ver el pedazo de queso que tenia, la zorra empezó a pensar en el modo para quitárselo. Entonces empezó a decirle piropos de tal forma que ya le dijo que cantaba muy bien por lo que empezó a cantar y se le cayo el trozo de queso y la zorra se fue corriendo. Entonces Patronio le dijo que al conde Lucanor le estaba pasando lo mismo que le estaban echando piropos para engañarle y aprovecharse de él.