Según he leído, el poema “La loba parda” es anónimo, de origen pastoril extremeño nació en Cumbres Mayores, con eso de la trashumancia se extendió por toda Castilla. Hoy en día tiene alguna otra versión, pero la que yo recuerdo es la extremeña.
La quiero dejar aquí en mis recuerdos
Estando yo en mi majada,
repuntando mi cayada,
me vi de venir una loba
dirigida a mi manada.
Le dije: «Vuélvete, loba,
que tengo mis siete perros
con mí perra Cortijana».
Estando en estas palabras
fue la loba y se llevó
a la chivita blanca,
hija de la Hortelana.
«Andad, perritos por ella,
sí me entregáis la pellica,
la cena tenéis ganada:
siete calderos de leche
y otros tantos de cuajada».
Anduvieron mis perritos
siete leguas barbechadas,
y corrieron otras siete
por una espesa montaña.
Al llegar a una ribera
la loba se vio apretada:
«Aquí tenéis vuestra chivita,
llevársela a la manada;
el pellejo pa'l pastor,
que se haga una zamarra
y la carne pa los perros,que no se desperdicie nada.
repuntando mi cayada,
me vi de venir una loba
dirigida a mi manada.
Le dije: «Vuélvete, loba,
que tengo mis siete perros
con mí perra Cortijana».
Estando en estas palabras
fue la loba y se llevó
a la chivita blanca,
hija de la Hortelana.
«Andad, perritos por ella,
sí me entregáis la pellica,
la cena tenéis ganada:
siete calderos de leche
y otros tantos de cuajada».
Anduvieron mis perritos
siete leguas barbechadas,
y corrieron otras siete
por una espesa montaña.
Al llegar a una ribera
la loba se vio apretada:
«Aquí tenéis vuestra chivita,
llevársela a la manada;
el pellejo pa'l pastor,
que se haga una zamarra
y la carne pa los perros,que no se desperdicie nada.
Yo recuerdo esta otra versión, también extremeña, muy extremeña:
ResponderEliminarEstanto yo en la mi choza
pintando la mi cayada,
las Cabrillas altas iban
y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,
no paran en la majada.
Vide venir siete lobos
por una oscura cañada.
Venían echando suertes
cuál entraba en la majada;
le tocó a una loba vieja,
patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos
como puntas de navajas.
Dio tres vueltas al redil
y no pudo sacar nada;
a la otra vuelta que dio,
sacó una borrega blanca,
hija de la oveja churra,
nieta de la orejisana,
la que tenían mis amos
para el domingo de Pascua.
-¡Aquí, mis siete cachorros,
aquí, perra trujillana,
aquí, perro el de los hierros,
a correr la lobar parda!
Si me cobráis la borrega,
cenaréis leche y hogaza,
y si no me la cobráis,
cenaréis de mi cayada.
Los perros tras de la loba
las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron
por unas sierras muy agrias.
Al subir un cotarrillo
la loba ya va cansada:
-Tomad, perros, la borrega,
sana y buena como estaba.
-No queremos la borrega
de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja
pa'el pastor una zamarra;
el rabo para correas,
para atacarse las bragas;
de la cabeza un zurrón,
para meter las cucharas;
y las tripas para vihuelas
para que bailen las damas.
Ya digo al principio que hay muchas versiones todas ellas muy similares.
EliminarUn saludo.